Definición de Reformismo | Diccionario Economico
El reformismo es una corriente política y económica que busca promover cambios graduales y progresivos en el sistema económico y social, con el objetivo de mejorar su funcionamiento y equidad.
La corriente reformista se enfrenta cara a cara con los movimientos revolucionarios y reaccionarios.
Primero, por querer cambiar el sistema a través de la violencia de manera drástica, sin tomar en cuenta elementos como el consenso o explorar la posibilidad de que se produzcan los cambios. El movimiento reaccionario propone, por el contrario, no cambiar nada, los logros y avances son tildados de revolucionarios y atentan contra los valores tradicionales y la sociedad.
El reformismo ocupa una posición intermedia, defiende cambios sociales que contribuyan al progreso, la igualdad y la prosperidad de los ciudadanos del país, pero sobre la base del consenso y previa discusión de las fuerzas políticas responsables del desarrollo e implementación de estas reformas. Es decir, apoya el cambio siempre que sea ordenado y mediante reformas previamente acordadas por diversas fuerzas políticas y expertos en la materia.
Origen y evolución del reformismo
El reformismo aparece a finales del siglo XIX. Surgió para responder a los problemas de la época, problemas que también plantearon los seguidores del marxismo y la izquierda revolucionaria. Pero, a pesar de ello, el reformismo rechazó la violencia en su accionar y buscó aprovechar al máximo el marco legal e institucional presente en la implementación de sus reformas.
El reformismo no tuvo un papel especialmente destacado debido a la polarización social de la época. Acontecimientos como la Revolución Rusa y otros estallidos revolucionarios eclipsaron por completo al movimiento reformista.
Puede decirse que tras el final de la Segunda Guerra Mundial y la expansión de la democracia como forma de gobierno, triunfó y prevaleció el reformismo, tomando la forma de la socialdemocracia. Este modelo plantea un escenario intermedio entre el socialismo y el capitalismo, resolviendo los problemas a través de procesos intervencionistas consensuados.
Socialdemocracia y reformismo
La socialdemocracia es una ideología que opera en el funcionamiento de los países occidentales. El reformismo se presenta como uno de los pilares ideológicos que lo sustentan. Este se caracteriza porque el mercado sigue siendo el distribuidor de los recursos, pero se complementa con políticas gubernamentales que aseguran una mayor equidad en la distribución del ingreso. Lo que llamamos una economía mixta.
Estos son algunos de sus logros:
- Gran oferta de servicios públicos que se financian con los impuestos.
- Educación y salud universal y gratuita.
- Un sistema de seguridad social que garantice la cobertura de toda la población.
- Integración de la inmigración legal.
- Sistema tributario progresivo.
- Creación de numerosos organismos que representan a toda la población.
- Consenso democrático en la toma de decisiones.
- Respeto por el medio ambiente.
- La justicia social y la garantía de oportunidades para todos los ciudadanos.
Así, todos estos logros y modificaciones que se promoverán más adelante se basan en el reformismo como herramienta. Atemorizar a la población para que no realice prácticas revolucionarias.
Críticas al reformismo
El reformismo, como toda corriente ideológica, enfrenta numerosas críticas. Proceden principalmente de la izquierda, con la que teóricamente tiene mayor afinidad.
El marxismo es el principal crítico del reformismo. El objetivo marxista es acabar con el sistema capitalista y construir un nuevo sistema basado en el comunismo con plena igualdad, medios de producción nacionalizados y sin clases sociales.
Para ello, el camino necesario es la revolución. Por eso critica el reformismo, acusándolo de colaborar con su verdugo (figuras e instituciones burguesas y capitalistas) y de no utilizar los medios adecuados para transferir el poder real a la clase obrera.
Además, dentro de sus propias ideologías, tienden a acusarse mutuamente de ser reformistas, tomando el término en un sentido peyorativo. Los bolcheviques hicieron esto con los mencheviques y los socialdemócratas; marxistas con anarquistas; estalinistas con trotskistas, etc. Es decir, los más radicales acusaban de reformismo a los más moderados, aunque estos últimos no estaban del todo de acuerdo con las consignas reformistas.
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