Estrategia 130-30: qué es y cómo funciona

Definicion de Estrategia 130-30: qué es y cómo funciona

Estrategia 130-30 es una estrategia de inversión que implica tanto posiciones largas como cortas en acciones. El inversor utiliza el 130% de sus activos para invertir en acciones que espera que aumenten de valor (posiciones largas) y el 30% para invertir en acciones que espera que disminuyan de valor (posiciones cortas). Es una estrategia de cartera de mercado neutra que busca un equilibrio óptimo entre riesgo y rendimiento.

¿Cuál es la estrategia 130-30?

La estrategia 130-30, a menudo denominada estrategia bursátil larga/corta, se refiere a una metodología de inversión utilizada por inversores institucionales. La designación 130-30 implica utilizar un ratio del 130% del capital semilla asignado a posiciones largas y lograrlo obteniendo el 30% del capital semilla de la venta de acciones.

La estrategia se utiliza en el fondo de eficiencia de capital. Utiliza el apalancamiento financiero poniendo en corto acciones con bajo rendimiento y, utilizando el efectivo recaudado con la venta de esas acciones, compra acciones que se espera que proporcionen altos rendimientos. A menudo, los inversores imitan un índice como el S&P 500 al seleccionar acciones para esta estrategia.

Resultados clave

  • Esta estrategia de inversión utiliza acciones en corto e invierte el dinero generado al vender en corto esas acciones para comprar y mantener acciones con las mejores calificaciones durante un período específico.
  • Estas estrategias generalmente funcionan bien para limitar las reducciones que se producen al invertir.
  • Parecen estar por debajo de los promedios convencionales de rentabilidad total, pero tienen rentabilidades ajustadas al riesgo superiores.

Comprender la estrategia 130-30

Para utilizar la estrategia 130-30, un administrador de inversiones podría clasificar las acciones del índice S&P 500 de mejor a peor en función de los rendimientos esperados, según lo indicado por el desempeño pasado. El administrador utilizará una serie de fuentes de datos y reglas para clasificar las acciones individuales. Normalmente, las acciones se clasifican según algunos criterios de selección específicos (como rendimiento total, rendimiento ajustado al riesgo o fortaleza relativa) durante un período de revisión específico de seis meses o un año. Luego, las acciones se clasifican de mejor a peor.

De las acciones mejor calificadas, el administrador invertirá el 100% del valor de la cartera y venderá las acciones con las calificaciones más bajas, hasta el 30% del valor de la cartera. El dinero recaudado mediante ventas en corto se reinvertirá en las acciones con las calificaciones más altas, lo que permitirá una mayor exposición a las acciones con calificaciones más altas.

130-30 Estrategia y venta en corto de acciones

La estrategia 130-30 incluye las ventas en corto como una parte importante de sus actividades. Vender una acción en corto implica pedir prestados los valores a otra parte, generalmente un corredor, y aceptar pagar una tasa de interés como comisión. Posteriormente se registra una posición negativa en la cuenta del inversor. A continuación, el inversor vende los valores recién adquiridos en el mercado abierto al precio actual y recibe efectivo por la transacción. El inversor espera a que los títulos pierdan valor y luego los vuelve a comprar a un precio más bajo. En esta etapa, el inversor devuelve los valores adquiridos al corredor. A diferencia de comprar primero y luego vender un valor, la venta en corto aún permite al inversor obtener ganancias.

Las ventas en corto son mucho más riesgosas que las inversiones a largo plazo en valores; por tanto, en una estrategia de inversión 130-30, el gestor pondrá más énfasis en las posiciones largas que en las cortas. Las ventas en corto colocan al inversor en una posición de riesgo ilimitado y recompensa limitada. Por ejemplo, si un inversor vende una acción a 30 dólares, lo máximo que puede ganar son 30 dólares (menos comisiones), mientras que lo máximo que puede perder es infinito ya que técnicamente la acción puede apreciarse indefinidamente.

Los fondos de cobertura y los fondos mutuos han comenzado a ofrecer vehículos de inversión en forma de fondos de capital privado, fondos mutuos o incluso fondos cotizados en bolsa que siguen variaciones de la estrategia 130-30. En general, estos instrumentos tienen una volatilidad menor que los índices de referencia, pero a menudo no logran ofrecer mayores rendimientos totales.

Preguntas Frecuentes

Pregunta 1: ¿Cuál es la estrategia 130-30?

Respuesta: La estrategia 130-30, a menudo denominada estrategia bursátil larga/corta, se refiere a una metodología de inversión utilizada por inversores institucionales. La designación 130-30 implica utilizar un ratio del 130% del capital semilla asignado a posiciones largas y lograrlo obteniendo el 30% del capital semilla de la venta de acciones.

Pregunta 2: ¿Cómo funciona la estrategia 130-30?

Respuesta: Para utilizar la estrategia 130-30, un administrador de inversiones podría clasificar las acciones del índice S&P 500 de mejor a peor en función de los rendimientos esperados, según lo indicado por el desempeño pasado. De las acciones mejor calificadas, el administrador invertirá el 100% del valor de la cartera y venderá las acciones con las calificaciones más bajas, hasta el 30% del valor de la cartera. El dinero recaudado mediante ventas en corto se reinvertirá en las acciones con las calificaciones más altas, lo que permitirá una mayor exposición a las acciones con calificaciones más altas.

Pregunta 3: ¿Qué papel juegan las ventas en corto en la estrategia 130-30?

Respuesta: La estrategia 130-30 incluye las ventas en corto como una parte importante de sus actividades. Vender una acción en corto implica pedir prestados los valores a otra parte, generalmente un corredor, y aceptar pagar una tasa de interés como comisión. Posteriormente se registra una posición negativa en la cuenta del inversor. Luego, el inversor vende los valores recién adquiridos en el mercado abierto al precio actual y recibe efectivo por la transacción. El inversor espera a que los títulos pierdan valor y luego los vuelve a comprar a un precio más bajo. En esta etapa, el inversor devuelve los valores adquiridos al corredor. Las ventas en corto permiten al inversor obtener ganancias aunque son más arriesgadas que las inversiones a largo plazo.

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