Definición de Consumidor racional | Diccionario Economico
El consumidor racional es aquel que toma decisiones informadas y considera cuidadosamente sus opciones de compra, tratando de maximizar su utilidad o satisfacción.
Es decir, un consumidor racional es aquel que se guía por la razón en sus decisiones de gasto. Por lo tanto, considere todos los pros y los contras del producto o servicio adquirido.
Este tipo de consumidor es lo contrario al consumidor impulsivo, que se deja llevar por las emociones a la hora de realizar una compra.
Como explicaremos en la siguiente sección, un consumidor racional evalúa varios factores.
¿Qué influye en el consumidor racional?
Las principales variables que tiene en cuenta un consumidor racional son las siguientes:
- El precio de un producto es uno de los principales factores a tener en cuenta a la hora de realizar una compra, sobre todo si pueden existir productos sustitutivos de igual o menor precio.
- La calidad del producto, porque si el producto ofrece una garantía de mejor satisfacción de la necesidad en cuestión, el consumidor puede estar dispuesto a pagar un precio superior a la media del mercado.
- La restricción presupuestaria es la cantidad de dinero que el comprador debe gastar. Esto, junto con el precio, determina las limitaciones económicas de un individuo para adquirir un determinado producto.
- La relevancia de la compra, es decir, si es rentable realizar una adquisición, además de si es posible en función de las finanzas personales. En este momento, la pregunta clave es: ¿lo quiero o lo necesito? La respuesta será la primera, por ejemplo, si la persona ya tiene la necesidad en cuestión, pero aún tiene el deseo de comprar un producto que la satisfaga. Imaginemos que una persona ya tiene un teléfono celular que funciona muy bien, pero se siente obligada a comprar un nuevo dispositivo debido a una oferta que vio en línea.
- La posibilidad de elegir un sustituto más conveniente en términos de relación precio-calidad.
Racionalidad del consumidor
Aunque el análisis económico a menudo asume que las personas toman decisiones racionalmente, no siempre es así. La explicación es que los humanos sufren de sesgos cognitivos, lo que significa que nuestras mentes tienden a tomar «atajos» para sacar conclusiones rápidamente.
Por ejemplo, aunque racionalmente no hay mucha diferencia entre 3,99 y 4, para una persona en un supermercado puede que no sea así. De hecho, podría sentir instintivamente que es más barato si el cartel dice 3,99.
Podemos encontrar muchos ejemplos similares al anterior. Por esta razón, los profesionales del marketing y la publicidad desarrollan estrategias que pueden funcionar en la toma de una decisión de compra, incluso para consumidores racionales.
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