Definición de Autonomía financiera | Diccionario Economico
La autonomía financiera se refiere a la capacidad de una entidad para financiarse a sí misma, sin depender de financiamiento externo.
Por tanto, podemos decir que esto significa que podemos tomar decisiones sobre todo lo que afecta a nuestra economía. Pero debemos partir de una premisa, a saber, que debemos tener ciertas ideas sobre esta ciencia social.
Por supuesto, también necesitamos tener suficientes ingresos para poder tomar decisiones de gasto y deuda.
La educación financiera es fundamental
Para lograr la autonomía deseada, es importante adquirir los conocimientos necesarios. En este caso, estamos hablando de economía y finanzas. Porque si necesitamos tomar una decisión de inversión o gasto, necesitamos saber qué es el interés compuesto, los dividendos o el presupuesto. La información nos permite tomar mejores decisiones.
Por eso en Diccionario Economico tenemos tanto impacto en la educación financiera. Debes conocer los conceptos básicos, las relaciones básicas y todo lo que puede afectar a nuestro bolsillo. Por supuesto, el propio sistema educativo también debería implicarse en relación con nuestra juventud. Desde la educación obligatoria, necesitan inculcar una cultura financiera. Así, cuando tengan que tomar decisiones sobre sus finanzas en el futuro, lo harán con el conocimiento suficiente.
Concepto de libertad financiera
El concepto asociado a esta capacidad de tomar decisiones es el concepto de libertad financiera. Para tomar una decisión sobre nuestras finanzas, debemos poder elegir. No hay muchas opciones en la economía de supervivencia. Por lo tanto, esta autonomía no ayudará mucho. El camino no es fácil, pero se puede planificar.
- El primer paso para lograr una mayor libertad financiera es diseñar lo que queremos. Puede parecer que esto no es necesario, pero nada más lejos de la realidad. Debemos saber lo que queremos lograr, porque solo así podremos ir por el camino correcto.
- Cuando sabemos lo que queremos, debemos preguntarnos cómo conseguirlo. Esta es la etapa que requiere más paciencia. Debemos decidir si vamos a invertir y dónde vamos a invertir. Por supuesto, esto debe hacerse con la ayuda de proyecciones financieras. Aquí es donde entra en juego el concepto de interés compuesto.
- Ahora toca, como tercera y última etapa, emprender el camino. Debemos planificar nuestros ingresos y gastos. De esta forma conoceremos nuestras oportunidades de ahorro, y con ellas nuestras oportunidades de inversión. No es necesario tener grandes saldos, suficiente paciencia. Poco a poco podemos obtener ingresos además de nuestro ingreso principal.
El coeficiente de independencia financiera. Visión empresarial
Finalmente, en la economía, no debemos olvidarnos de los negocios. Al mismo tiempo, el concepto cambia un poco, pero conserva su esencia. El coeficiente que mide dicha autonomía indica la capacidad de la empresa para pagar sus honorarios con recursos propios.
Esto significa que puede pagar sus cuentas sin endeudarse. Una vez más, es necesario tomar decisiones económicas y financieras. Además, para un empresario es una cuestión de supervivencia.
Así, el ratio de autonomía financiera nos da información sobre nuestra capacidad para financiarnos con recursos propios, en lugar de préstamos. Su fórmula es muy sencilla, solo hay que dividir lo que tiene la empresa (recursos propios) entre el total de sus pasivos y expresarlo en porcentaje. El denominador incluye estos recursos propios y la deuda a largo y corto plazo. No existe un valor óptimo para todos, pero un valor superior al 30% se considera aceptable.
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