Definición de Revolución francesa: Causas, consecuencias y resumen | Diccionario Economico
La Revolución francesa fue un conflicto social y político que tuvo lugar en Francia entre 1789 y 1799. Las causas principales fueron la desigualdad social, el descontento económico y las ideas ilustradas. Las consecuencias incluyeron la abolición de la monarquía, la instauración de un gobierno republicano y la expansión de los principios revolucionarios por todo el continente europeo. En resumen, la Revolución francesa fue un importante proceso de cambio político y social que transformó radicalmente la estructura de poder en Francia y Europa.
Este hecho histórico marcó el fin de las monarquías absolutistas y dio paso a una sociedad dominada por la burguesía.
Fue el estallido de la revolución y su posterior éxito lo que marcó el fin del feudalismo, y sus ideas sirvieron como fuente de inspiración para los sistemas democráticos modernos.
¿Cuándo fue la Revolución Francesa?
La Revolución Francesa se origina a finales del siglo XVIII. Un momento de la historia en el que Francia atravesaba un momento muy turbulento. La sociedad se dividió en estamentos y la mayoría de la gente quedó excluida.
Lo que dio impulso al desarrollo de la Revolución entre 1789 y 1799. Si bien es cierto que algunos autores sitúan el fin del movimiento en 1804, cuando Napoleón Bonaparte se autoproclamó Emperador de Francia.
Características de la Revolución Francesa
Antes de hablar de las causas y consecuencias de la Revolución, conviene conocer algunas de las características que la determinaron:
- Fue muy sangriento, se quemaron iglesias y castillos.
- Fue causado por muchos factores: políticos, económicos, morales, religiosos…
- Esto puso fin al antiguo régimen.
- Sentó las bases de la Declaración de los Derechos del Hombre.
- El feudalismo llegó a su fin y la burguesía comenzó a ganar relevancia.
Causas de la Revolución Francesa
Entre las principales causas de la Revolución Francesa encontramos las siguientes:
- Deterioro de la situación política: Sólo la nobleza podía ocupar los puestos políticos y militares más importantes, mientras que en 1789 Francia atravesaba una grave crisis económica. Por su parte, los franceses vivían bajo un régimen autoritario (absolutismo) en el que la nobleza y el alto clero dominaban la riqueza.
- Crisis económica: Además de eso, la mala cosecha causó problemas con el suministro de alimentos básicos como el pan. Las sequías y las heladas provocaron problemas de abastecimiento, lo que afectó la salud de los pobres. Agregando así aún más descontento al clima social. Además, sólo el tercer estamento (burguesía y campesinos) debía pagar impuestos. Todo lo anterior eventualmente formó un círculo vicioso a nivel económico. La escasez de productos hizo subir los precios, la gente dejó de gastar dinero en otros sectores y aumentó el desempleo. Todo esto creó un círculo vicioso que afectó la capacidad del Estado para pagar su deuda, lo que llevó a una marcada crisis financiera.
- Libertades y derechos limitados: La monarquía absoluta a la cabeza de Luis XVI no dio otra opción de soberanía que a Dios. Por lo tanto, no hubo separación de poderes. Debido a esto, los derechos y libertades de los franceses estaban muy limitados. Como consecuencia se desarrollaron los fundamentos de la Declaración de los Derechos Humanos, los cuales se sustentan en los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. En francés Liberté, Égalité, Fraternité.
- Crisis moral y religiosa: Al mismo tiempo, se desarrolló paralelamente una revolución intelectual que puso en entredicho el régimen que reinaba en ese momento. La desconfianza de los ciudadanos hacia el régimen de gobierno creció a pasos agigantados, y aparecieron nuevos estandartes, como Voltaire, Montesquieu o Rousseau.
Así, ante la difícil situación que atravesaba Francia, se convocaron los Estados Generales. que representaba las tres clases. Para superar la crisis económica, se propuso que la nobleza también pagara impuestos. Sin embargo, dado que la votación se realizó a través de los estamentos, la propuesta estaba condenada al fracaso.
Etapas de la Revolución Francesa
A continuación mostramos a modo de resumen las etapas más importantes de la Revolución Francesa:
- Fin de la monarquía absoluta (1789).
- El comienzo de la monarquía constitucional (1789-1792).
- Periodo republicano (1792-1799).
1. Fin de la monarquía absoluta (1789)
Se requirió que el Tercer Estado pasara de estar dividido en estamentos a una Asamblea Nacional en la que el voto fuera individual. La Asamblea Nacional se encontró con el rechazo a la monarquía. Pero a pesar de esto, los diputados de la Asamblea acordaron dar una constitución a Francia.
Sin embargo, la culminación de la explosión social de la población fue la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789. Este evento fue de gran importancia, ya que esta prisión era un símbolo de la opresión monárquica.
2. El comienzo de la monarquía constitucional (1789-1792)
Dotada de poder constituyente, la Asamblea puso fin al feudalismo al adoptar la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Luego se aprobó una ley sobre la separación de la iglesia y el estado.
Ya en 1791 se adoptó en Francia una Constitución que establecía la separación de poderes y limitaba el poder del rey, que debía ser controlado por la Asamblea. En otras palabras, Francia dejó de ser una monarquía absoluta para convertirse en una monarquía constitucional.
En cuanto al modelo de Estado, a nivel administrativo, Francia estaba organizada en forma de departamentos. Mientras que económicamente estaban prohibidos los monopolios y sindicatos.
3. Etapa republicana (1792-1799)
Dentro de la asamblea, se pueden distinguir dos grupos:
- girondinos: Eran moderados. Querían una revolución pacífica, limitando el derecho al voto y protegiendo la monarquía parlamentaria.
- jacobinos: Eran revolucionarios radicales. Defensores del sufragio universal masculino, encabezados por Robespierre, quien defendía que Francia debería ser una república.
Convención (1792-1794)
Así, los jacobinos lograron ganar y la Asamblea se convirtió en la Convención. Así, la Convención se convirtió en el órgano en el que se ubicaba el gobierno y el derecho a legislar.
Esta era estuvo marcada por lo que se conoció como el «reinado del terror». Durante el cual el Comité de Seguridad Pública persiguió a todos los opositores a la Revolución Francesa, ejecutando a miles de franceses por ello. Entre los miembros del Comité de Seguridad Pública, cabe destacar a Robespierre.
Bajo los auspicios de la Convención, se tomó la decisión de ejecutar al rey Luis XVI, se aprobó el sufragio universal masculino y, entre otras cosas, se introdujo el sistema métrico decimal.
Si antes de la Revolución Francesa la iglesia y el clero acumularon riquezas, con la Convención sus bienes fueron confiscados. También se abolió la esclavitud y se hicieron reformas en el campo para impulsar la revolución más allá del campesinado.
Sin embargo, la Revolución Francesa fue recibida con la oposición de las potencias europeas. Y es que las ideas de la revolución contradecían lo que eran las monarquías europeas. A pesar de estar en guerra con varias potencias europeas, la República Francesa logró sobrevivir a la persecución internacional.
Alrededor de 1794, Robespierre y el Comité de Seguridad Pública cayeron como resultado de luchas internas. De hecho, tanto Robespierre como otros miembros del Comité de Seguridad Pública fueron ejecutados en la guillotina. Así, el ala más radical de la Revolución Francesa pasó a la etapa más moderada conocida como Directorio.
Directorio (1795-1799)
Dejando atrás los elementos más radicales, la Revolución Francesa entró en una fase de moderación. La nueva Constitución hizo retroceder algunos de los derechos ganados por los jacobinos, ya que se limitó el derecho al voto. Por otro lado, el poder legislativo se dividía en dos cámaras: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de Ancianos.
El órgano ejecutivo era el Directorio, que constaba de cinco miembros, cuyo número ahora se redujo a tres. Sin embargo, tras el golpe de Estado de Napoleón (9 de noviembre de 1799), el Directorio pasó a ser una sola persona para formar el Directorio.
Con la toma del poder por el entonces joven genio militar Napoleón Bonaparte, Francia entró en una nueva etapa histórica. La Revolución Francesa marcó el comienzo de la era napoleónica.
Consecuencias de la Revolución Francesa
Así, entre las consecuencias de la Revolución Francesa que más se destacan están:
- Fin de la monarquía absoluta: Con el inicio de la Revolución, el Antiguo Régimen llega a su fin. A medida que avanzaba, las consecuencias para la corona se agravaron, hasta el fusilamiento de Luis XVI.
- Más derechos y libertades: Uno de los objetivos de la Revolución Francesa era tener más derechos y libertades. Si bien cabe señalar que este proceso viene cobrando impulso desde hace décadas, este evento ha sentado un precedente importante.
- Se abolieron los privilegios de la iglesia y de la nobleza: La sociedad estamental en la forma en que estaba organizada en el feudalismo dejó de existir. Además, simultáneamente con la caída de la iglesia y la nobleza, la burguesía comenzó a ascender en la escala social.
- Expansión de los principios de la Revolución Francesa: Los principios de libertad, igualdad y fraternidad cruzaron las fronteras de Francia y se extendieron por toda Europa. La historia ha demostrado que incluso estos ideales influyeron en América Latina.
- Coronación de Napoleón Bonaparte: A pesar de las luchas llevadas a cabo, que reportaron muchas ventajas a los ciudadanos franceses y europeos, la monarquía absoluta de Luis XVI fue finalmente sustituida por el imperio de Napoleón.
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