Definición de Falacia | Diccionario Economico
Una falacia es un razonamiento o argumento incorrecto que se utiliza de manera engañosa o incorrecta para persuadir o convencer a otros. Se trata de una técnica utilizada en el ámbito de la retórica o la argumentación, pero que no cumple con los principios lógicos y rigurosos requeridos para llegar a conclusiones válidas. En resumen, una falacia es un error de razonamiento que busca aparentar validez y solidez, pero que en realidad es incorrecto.
Delirio, etimológicamente, es un término derivado del latín fallacia, del verbo fallere, que significa engañar. Por lo tanto, el término se refiere al engaño que una persona comete sobre otra.
Cuando una persona utiliza argumentos falsos, lo hace de forma astuta y deliberada para engañar o convencer a una persona o grupo. Este tipo de argumento es muy utilizado en la política y sectores como el comercio que buscan engañar al destinatario. En política, es el poder y la ambición, e incluso las mismas reglas del juego, lo que conduce al uso de falacias. En un sector empresarial o comercial, un beneficio económico. También se pueden cometer errores por desconocimiento o desconocimiento del tema en discusión.
Los conceptos erróneos son muy comunes en los debates políticos, económicos y de cualquier otro tipo, así como en los programas de entrevistas de televisión. Y se realizan de diferentes formas, normalmente se trata de delirios informales en los que se busca el engaño fuera de la propia disputa. Es decir, mi argumento es lógico, formalmente aceptable, pero falla o falla por otras razones, que veremos más adelante.
Es por el uso de delirios informales que en muchos casos es tan difícil entender el engaño al que estamos sometidos. Cuando una persona defiende un argumento y los destinatarios no entienden mucho del tema, pueden aceptarlo como válido. Por ejemplo, dos personas pueden tomar posiciones completamente opuestas y ambas parecen tener razón. Pero otras variables o elementos que determinen qué argumento es apropiado tendrán un impacto. Esto suele pasar en la economía, los aumentos de impuestos pueden ser malos para el país o buenos, pero dependerá del contexto y situación económica en la que se dé.
tipos de delirios
Entre los tipos de conceptos erróneos, cabe destacar los siguientes:
Falacias según Aristóteles
El filósofo griego Aristóteles identificó trece tipos de delirios, divididos en dos grupos: lingüísticos y extralingüísticos.
Las primeras incluyen las siguientes: homonimia, ambigüedad, combinación, articulación, acentuación y forma de expresión.
El segundo grupo incluye: azar, mezclar lo absoluto con lo relativo, desconocimiento de la composición, desconocimiento del efecto, sugestión, causa equivocada y preguntas múltiples.
En los errores lingüísticos el error está contenido en la propia palabra, en los errores extralingüísticos, en el objeto, sujeto o idea que ofrecemos.
formal e informal
Hay muchas formas de clasificar las falacias, pero una de las más comunes es la distinción entre falacias formales e informales.
Las formales son aquellas en las que el error está dentro del argumento. En cambio, en los casos informales la solución está fuera del argumento.
A continuación, vamos a ilustrar algunos de ellos, ya que la clasificación completa es demasiado larga.
falacias formales
- Aprobación de la investigación. Se establece una relación entre «x» e «y» en la que se afirma x si ocurre y. Aquí hay unos ejemplos:
- Si entreno duro, ganaré la carrera.
- Ganar una carrera.
- Se confirma que practiqué mucho.
El error que encontramos en este caso es que puede haber otras razones por las que gané la carrera: porque los que eran mejores que yo no se presentaron, por doping, por accidentes o por la baja de otros participantes, etc. d.
- Rechazo del precedente. La relación entre «x» e «y» es inversa, si no sucede x, no sucede y. Aquí hay unos ejemplos:
- Si no llueve, iré a jugar al fútbol.
- No fui a jugar al fútbol.
- No fui a jugar al fútbol porque estaba lloviendo.
En este ejemplo se supone que estaba lloviendo y por eso no fui a jugar al fútbol, pero los motivos pueden ser muy diferentes: pereza, zapatos rotos, canchas concurridas, etc.
delirios informales
- confusión a nivel personal: Esto sucede cuando en lugar de atacar el argumento de la persona, se ataca y desacredita al emisor. Por ejemplo: Juan es nutricionista y tiene sobrepeso. Pero eso no significa que las dietas y los consejos que Juan da a sus clientes sean inadecuados. Si se quiere criticar a Juan como nutricionista hay que hacerlo por el trabajo que hace, no por cualidades o características personales.
- delirio de ignorancia: Esto ocurre cuando se ataca o defiende una idea o posición que no ha sido demostrada. Ejemplo: Pedro argumenta en un debate que el partido «x» no cometería actos delictivos si estuviera en el poder. Dado que esta es una situación hipotética y artificial, no real, su argumento es defectuoso porque no se puede probar, es una suposición.
- delirio ad verecundiamR: Este concepto erróneo también es muy común. Se trata de creer en la opinión de un experto simplemente porque lo es, sin aportar pruebas. También aparece en numerosos debates y apariciones televisivas. Ejemplo: Emilia es médica de familia y en su consultorio te dice, sin hacer pruebas, que debes tomar pastillas para el dolor de estómago. Emilia, si no realizas las pruebas adecuadas, puedes confundir los síntomas y pasar por alto la patología del paciente. Simplemente le creen porque es una experta médica.
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