Ajuste contable – Definición, qué es y concepto | Diccionario Economico

Definición de Ajuste contable – Definición, qué es y concepto | Diccionario Economico

El ajuste contable es el proceso mediante el cual se corrigen los errores y se registran los ingresos y gastos que corresponden a un periodo contable determinado. Esto permite que los estados financieros reflejen de manera más precisa la situación económica de la empresa.

Estos ajustes son necesarios para obtener correctamente un resultado contable que afecte activos y pasivos. De igual forma, también modifican los ingresos y gastos, pudiendo variar el resultado del ejercicio.

Durante el año, la empresa registra numerosas transacciones entrantes y salientes. Pero a veces al final del año (generalmente el 31 de diciembre) se pueden registrar los ingresos y gastos relacionados con otros años; o ingresos y gastos que no estén registrados y se refieran al ejercicio en curso. Luego, para obtener correctamente el resultado contable, con base en el criterio del devengo, se realizan ajustes contables.

Es importante distinguir entre los ajustes contables y los ajustes extracontables, que se realizan fuera de la contabilidad para ajustar los gastos e ingresos de una empresa para que coincidan con los gastos y los ingresos fiscales.

Cuenta T Ciclo contable

Tipos de ajustes contables

No existe una lista cerrada de ajustes contables, pero los siguientes son los más comunes:

  1. Ajuste por depreciación de activos fijos.

Los activos fijos de una empresa pueden perder valor por el uso, el paso del tiempo o circunstancias excepcionales. A medida que pierden valor por el uso y el paso del tiempo, se realizan ajustes por depreciación. Así, al aplicar la tasa de amortización a la valoración del inmovilizado, se obtiene un cargo por amortización, que se refleja en el gasto y, por tanto, reduce el resultado contable. Este ajuste se realiza al final del ejercicio o en el momento de la venta de propiedades, planta y equipo.

  1. Corrección por violaciones.

En ocasiones, los activos de una empresa pierden valor debido a circunstancias excepcionales. El deterioro afecta a todos los activos de la empresa, no sólo a la propiedad, planta y equipo. Por ejemplo, cuando un cliente nos debe cierta cantidad de dinero y quiebra, el crédito de ese cliente pierde valor. O cuando tenemos algunos bienes en stock y hay una inundación, estos bienes pierden su valor. En tales circunstancias, se debe hacer una provisión por deterioro. Este deterioro se reconoce como un gasto y por tanto reduce el resultado contable. Esto se puede hacer al final del año o cuando se descubre el deterioro.

  1. Regularización de acciones.

Al 31 de diciembre se estiman existencias finales en stock. La diferencia se calcula en relación con el inventario inicial del almacén el 1 de enero (el llamado registro de cambio de stock). Si los inventarios aumentan se muestra como ingreso y si disminuyen se muestra como gasto.

  1. Devengo de gastos e ingresos: Gastos e ingresos estimados.

Este ajuste nos permite imputar ingresos y gastos al ejercicio respectivo. Estos son ingresos y gastos que hemos registrado en el año en curso, pero que en realidad se relacionan con años futuros. De ahí el nombre de «gastos o ingresos estimados». Aquí hay un ejemplo de costos estimados:

Imagine que el 1 de diciembre del año X celebramos un contrato de seguro por 100 unidades monetarias (UM) por 4 meses. Al 31 de diciembre, entendemos que hemos registrado costos de seguro de 100 u.m., pero solo 1 mes de los 4 términos del seguro debe asignarse al año X. Es decir, al año X se le deben cobrar 25 u.m. (1/4 de 100) y para el año X+1 se deben cobrar 75 u.m. (3/4 de 100). Por lo tanto, al 31 de diciembre, se realizará un ajuste a los gastos diferidos para asignar solo 25 u.m. y no las 100 u.m. que se registraron el 1 de diciembre.

El devengo se realizará siempre en la fecha de cierre del ejercicio (31 de diciembre).

  1. Ajustes de revalorización de activos y pasivos

En ocasiones existe la obligación legal de reflejar la revalorización de activos y pasivos. En este caso, es necesario realizar un ajuste por revalorización de activos o pasivos al cierre del ejercicio. Este ajuste se hace sólo si así lo prescribe el legislador. A continuación se muestra un ejemplo de revalorización de activos:

A partir del 1 de junio, compramos 100 acciones de una empresa que cotiza en bolsa por 10 u.m. por acción. El Plan General de Contabilidad establece que a partir del 31 de diciembre, la revalorización de las acciones deberá efectuarse a su valor de mercado. Al 31 de diciembre, estas acciones se negocian a 15 u.m. por acción. Por lo tanto, debemos hacer un ajuste de revaluación de 500 u.m. (100 acciones x (15 u.m. – 10 u.m.)). Estos 500 u.m. son ingresos.

  1. Reclasificación de no corriente a corriente

Finalmente, hay deudas y derechos que son a largo plazo al 31 de diciembre, pero son a corto plazo cuando se transfieren al año siguiente y deben contabilizarse de esa manera. Cuando esto sucede, debemos cambiar la clasificación de largo plazo a corto plazo. Un ejemplo lo hará más claro:

El 1 de abril del año X contraemos una deuda que debe ser pagada en 15 meses, es decir, el 1 de julio del año X + 1. A partir del 1 de abril del año X, la tratamos como deuda a largo plazo (porque tiene más de 12 meses). Sin embargo, cuando llega el 31 de diciembre del año X, solo quedan 6 meses antes de que tengamos que pagar esta deuda. Por lo tanto, tendremos que reclasificar esta deuda a corto plazo (porque tiene menos de 12 meses).

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