Nicolás Appert, el héroe de las conservas | Diccionario Economico

Definición de Nicolás Appert, el héroe de las conservas | Diccionario Economico

Nicolás Appert fue un héroe de las conservas, reconocido por ser el creador de la técnica de conservación de alimentos en recipientes herméticamente sellados a través del calor. Esta técnica, conocida como la «Appertización», permitió prolongar la vida útil de los alimentos sin utilizar productos químicos, revolucionando así la industria alimentaria.

Uno de los mayores genios militares de la historia, Napoleón Bonaparte, decía que los ejércitos marchan boca abajo. La comida es necesaria para mantener la moral y la buena forma física de las tropas. Los ejércitos necesitaban mantener los alimentos en buenas condiciones durante largos períodos de campañas militares. Todo esto llevó a Napoleón a ofrecer una recompensa de 12.000 francos a quien pudiera encontrar la forma de conservar los alimentos. Este pago lo llevó a conocer al famoso Nicholas Appert.

Las tropas de Napoleón eran imparables, sus ejércitos avanzaban admirablemente por toda Europa. Francia se enfrentó a los prusianos, austriacos, rusos, británicos y españoles, entre otros. Las tropas napoleónicas no dejaron de cosechar victorias en los campos de batalla, como si los soldados franceses fueran invencibles. Pero los franceses tenían un punto débil: la comida.

La dieta de un soldado francés durante las guerras napoleónicas consistía principalmente en carne hervida y pan. El problema es que los soldados sufrían de escorbuto y la comida no se conservaba en buenas condiciones por más de tres o cuatro días.

Napoleón era consciente de este problema y sabía que necesitaba que sus tropas estuvieran bien alimentadas para luchar eficazmente cuando comenzara la batalla. Los ejércitos franceses estuvieron fuera de su tierra natal durante mucho tiempo, por lo que proporcionar buena comida a los soldados no fue una tarea fácil.

Bueno, los franceses se propusieron encontrar una solución. La solución a este dolor de cabeza vino del pastelero Nicholas Appert, que había estado experimentando con sistemas de conservación de alimentos desde 1804. Este famoso héroe de la historia descubrió un método llamado apertización o, equivalentemente, inventó la lata.

Nicholas Appert usó botellas de vidrio de boca ancha para servir la comida, que luego sumergió parcialmente en ollas de agua hirviendo. Por lo tanto, Appert estudió cuidadosamente el tiempo requerido para cada comida. Para el correcto desarrollo del proceso es necesaria una impecable higiene y sellado de los envases. Appert logró lo que los científicos llaman esterilización térmica. Sin embargo, Appert no pudo explicar cómo su método pudo mantener la comida en buenas condiciones a lo largo del tiempo.

El famoso Louis Pasteur logró arrojar luz sobre este fenómeno, demostrando que el calor desactiva los microorganismos que estropean los alimentos. Entonces, esto sucedió 54 años después del descubrimiento de la llamada apertización.

La técnica que desarrolló Appert no pasó desapercibida y finalmente atrajo la atención del propio Napoleón. Fueron los franceses quienes comenzaron a utilizar los métodos de Apper para proporcionar alimentos a los barcos de la Armada.

Reconociendo el logro de Appert, Napoleón le otorgó un premio en efectivo de 12.000 francos. Apper no perdió tiempo en ponerse manos a la obra y abrir la primera fábrica de conservas de la historia.

Nicholas Appert continuó investigando y nunca dejó de experimentar, tratando de encontrar soluciones innovadoras para las tropas de Napoleón. Su investigación lo llevó al descubrimiento del cubo de caldo. Para ello, eliminó el agua del caldo, quedando una pasta, a la que, si se volvía a añadir agua, se obtenía un caldo muy parecido al original.

El éxito de los experimentos de Apper contribuyó a una notable mejora en la nutrición de los soldados franceses. Por su parte, Napoleón quedó asombrado por los descubrimientos de Appert.

Otro experimento de Appert lo llevó al descubrimiento de la leche condensada. Nicholas Appert inventó un concentrado de leche que contenía una gran cantidad de nutrientes y permitía un almacenamiento fácil y prolongado.

Gracias a los alimentos enlatados, especialmente las frutas, la flota de Napoleón pudo evitar el terrible escorbuto, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C. Napoleón no solo derrotó a grandes ejércitos equipados con artillería, caballería e infantería, sino que logró vencer a las bacterias que estropeaban el comida que tanto necesitaba soldados.

Por su parte, Nicolas Appert se convirtió en un héroe francés y fue galardonado con la medalla de oro de la Société d’Encouragement pour l’Industrie Nationale. Sus descubrimientos dieron acceso a civiles y militares a una nueva clase de alimentos.

Ahora comenzó el declive de Napoleón en la campaña rusa. No todo fueron victorias fáciles para las tropas francesas. La invasión francesa de Rusia, que comenzó en 1812, trajo interminables dificultades logísticas a los soldados de Napoleón. Rusia era un país de vastas extensiones, y un invierno helado pasó factura a las tropas francesas. Las botellas que usaba Apper no eran apilables y se rompían con facilidad, por lo que esos envases de vidrio se rompieron por el frente y por ende la comida se entregó en mal estado.

La guerra se libró no solo en los campos de batalla, sino también en la retaguardia, los métodos de Appert llamaron la atención. Los rivales de Appert encontraron formas de mejorar su técnica y crear contenedores más fuertes. Un inglés llamado Durand solicitó al rey Jorge una patente para la conservación de alimentos dos meses después de que Appert publicara su Libro de todos los hogares, o El arte de conservar durante unos años todos los alimentos de origen animal y vegetal. Curiosamente, Durán nunca tuvo tiempo de hacer una sola lata de conservas. Durant vendió la patente a John Hall y Brian Donkin. Estos dos británicos eran dueños de una fundición que usaban para hacer latas de hierro estañadas. Como tal, tenían recipientes mucho más fuertes que las frágiles botellas de vidrio que usaban los franceses.

El bueno de Appert no consiguió patentar sus inventos. Appert fue un hombre que creía que el bien común estaba por encima de sus propios intereses personales. Desafortunadamente para Appert, terminó su vida en bancarrota y murió en 1841 a la edad de 92 años. Un final injusto para un hombre cuyos experimentos fueron la clave de la humanidad.

¿Problemas o dudas? Te ayudamos

Si quieres estar al día, suscríbete a nuestra newsletter y síguenos en Instagram. Si quieres recibir soporte para cualquier duda o problema, no dude en ponerse en contacto con nosotros en info@wikieconomia.org

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio