Gastos de representación – Diccionario Economico

Definición de Gastos de representación – Diccionario Economico

Los gastos de representación son aquellos desembolsos realizados por una empresa para cubrir los costos de actividades relacionadas con la promoción y presentación de su imagen pública, como reuniones de negocios, comidas y regalos a clientes o proveedores. Estos gastos suelen estar sujetos a una serie de regulaciones y límites establecidos por la legislación fiscal.

Estos gastos están limitados a nivel fiscal, ya que no todos los gastos que se realizan en base a este concepto son deducibles.

Los gastos de hospitalidad respaldan las actividades comerciales de cualquier empresa y pueden variar desde estadías en hoteles hasta obsequios de empresa. Su valor añadido suele ser un componente diferenciador frente a la competencia, ya que al comprar el mismo producto o servicio a un precio y calidad similares, lo único que queda por construir es la confianza y la imagen de marca. Aquí es donde la hospitalidad juega un papel fundamental a la hora de trasladar la venta a una u otra parte.

Tipos de gastos de entretenimiento

Como se mencionó anteriormente, no todos los gastos que una empresa considera una oficina de representación pueden ser utilizados para una deducción fiscal. En este apartado vamos a distinguir qué gastos pueden ser considerados representación antes de impuestos y cuáles no, en función de Derecho del Impuesto sobre Sociedades.

Gastos que no podemos deducir de la base imponible:

  • Un juego.
  • donaciones
  • Recompensa con fondos propios.
  • Operaciones con los denominados paraísos fiscales.
  • Multas y sanciones penales o administrativas.

Gastos que podemos deducir de impuestos:

  • Relaciones públicas.
  • Los gastos están relacionados con los ingresos.
  • Promoción directa o indirecta de servicios y/o bienes.
  • Los usos y costumbres se realizan en relación con el personal de la empresa.

Ejemplos prácticos de gastos de entretenimiento

A continuación presentamos algunos ejemplos para determinar qué gastos se pueden deducir o no:

  • Ejemplo de relaciones públicas: Un inversor extranjero quiere invertir en nuestra empresa y nos dice que le apasiona la cultura española y lo que le interesa. Si te pagamos la estancia en un hotel, te invitamos a un partido de fútbol o te hacemos un regalo de empresa, es probable que te lleves un mejor recuerdo de nuestra empresa que si no te mostramos ningún tipo de hospitalidad. Medir siempre para justificar los ingresos significativos.
  • Uso y ejemplo de uso: Nuestro personal en la fábrica de automóviles se desempeñó muy bien este año y existe una buena relación entre la productividad y la rentabilidad. De ahí que quieran seguir regalando a los empleados la tradicional cesta navideña. La continuación de esta tradición fortalece la imagen y premia a los mejores representantes de la propia empresa, los empleados.
  • Ejemplo de juego y donación: Hay un escenario en el que nuestra empresa se vende a un inversor y elegimos llevarlo al casino más cercano y donar al mismo tiempo. En este caso, la ley deja bastante claro que no son gastos deducibles, aunque estén reflejados en la propia contabilidad de la empresa como gastos de hospitalidad.

En una palabra, debe tener un poco más de cuidado con los gastos de hospitalidad, ya que técnicamente casi todos los gastos se pueden poner en esta «bolsa». Sin embargo, a la hora de la posibilidad de deducir estos gastos a efectos fiscales, el rango se reduce prácticamente a aquellos gastos en los que existe una cierta lógica.

Costes administrativos

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